Los orígenes del videojuego se remontan a la década de 1950, cuando poco después de la aparición de las primeras computadoras
electrónicas tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, se llevaron a
cabo los primeros intentos por implementar programas de carácter lúdico.
Así, fueron creados el Nim (1951) o el Oxo (1952), juegos electrónicos pero que aún no son realmente videojuegos, y el Tennis for Two (1958) o el Spacewar!
(1962), auténticos pioneros del género. Todos ellos eran todavía
prototipos, juegos muy simples y de carácter experimental que no
llegaron a comercializarse, entre otras cosas, porque funcionaban en
unas máquinas que solo estaban disponibles en universidades o en
institutos de investigación.
La consola Magnavox Odyssey (1972).
No sería hasta la década de los 70 en que, con el descenso de los
costes de fabricación, aparecieron las primeras máquinas y los primeros
videojuegos dirigidos al gran público. Títulos como Computer Space (1971) o Pong (1972), de Atari,
inauguraron las primeras máquinas recreativas construidas al efecto,
que funcionaban con monedas. Poco después llegarían los videojuegos a
los hogares gracias a las consolas domésticas, la primera de las cuales
fue la Magnavox Odyssey (1972), y más tarde la exitosa Atari 2600 o VCS (de 1977), con su sistema de cartuchos intercambiables. Por aquel entonces las máquinas arcade
empezaron a hacerse comunes en bares y salones recreativos, una
expansión debida en parte a un matamarcianos que alcanzó gran
popularidad, el Space Invaders (1978). Otros juegos que marcaron esta primera época fueron Galaxian (1979), Asteroids (1979) o Pac-Man (1980).
La consola portátil Game Boy (1989).
En los años 1980, la empresa norteamericana Atari tuvo que compartir su dominio en la industria del videojuego con dos compañías llegadas de Japón: Nintendo (con su famosa consola NES) y SEGA (con la Master System).
Paralelamente, surgió una generación de ordenadores personales
asequibles y con capacidades gráficas que llegaron a los hogares de
millones de familias, como fueron el Spectrum, el Amstrad CPC, el Commodore 64 o el MSX. A partir de entonces, los videojuegos empezaron a convertirse en una poderosa industria. Fue además una época muy creativa para los desarrolladores de videojuegos; muchos de los principales géneros
que existen hoy en día (conducción, lucha, plataformas, estrategia,
aventura...) tomaron forma en esta década. Por otra parte, aparecieron
también las primeras consolas de bolsillo, también conocidas como «maquinitas», que aunque hasta la llegada de la Game Boy de Nintendo (1989) solo ejecutaban un juego cada una, alcanzaron gran popularidad entre los más jóvenes.
Los años 1990 traen el salto a la tecnología de 16-bit (como la SNES y la Mega Drive), lo que significa importantes mejoras gráficas. Entra en escena el gigante Sony con su primera PlayStation (1994), mientras Nintendo y Sega actualizan sus máquinas (Nintendo 64 y Sega Saturn). En cuanto a las computadoras, el progreso de los PC
termina por barrer del mapa a los demás sistemas salvo el de Apple.
Aparecen juegos cada vez más avanzados tecnológicamente, como los
shooters en 3D. En el año 2002 entra Microsoft en el sector de las videoconsolas con su Xbox, y en el 2006 Nintendo lanza su innovadora Wii. Entretanto, Sony actualiza su exitosa PlayStation (versiones II y III), y en los PC, gracias a la expansión de internet, cobran protagonismo los juegos en línea y multijugador.
Por último, en la década de 2010 emergen como plataformas de juegos los dispositivos táctiles portátiles, como los teléfonos inteligentes y las tabletas, llegando a un público muy amplio. Por otro lado, varias empresas tecnológicas empiezan a desarrollar cascos de realidad virtual, que prometen traer nuevas experiencias al mundo del entretenimiento electrónico.
Un ejemplo de que han evolucionado es mirando atras a los videojuegos de los años 80.
A nadie le cabe duda que esta década fue la época dorada de los videojuegos de arcade.
Como mencionamos anteriormente, la masiva presencia de estos centros
destinados a las maquinitas y la inusual propuesta que representaban
para los años 80, terminaron por imponer una tendencia que encantaba a
grandes y chicos.
No hay mejor forma de respaldar esta afirmación que con la aparición del mundialmente conocido videojuego Pacman.
La simpática bolita amarilla que debía coger bolitas más pequeñas y
escapar de unos molestosos fantasmas, anunció con fuerza que los
videojuegos habían llegado para quedarse.
Y el resto de los juegos arcade de los 80
estuvieron a la altura de dicho mensaje. En el año 1981 pudimos
contemplar el nacimiento de dos de los personajes más emblemáticos de la
industria de los videojuegos con el título Donkey Kong.
Un enorme gorila basado en King Kong, lanza barriles desde lo alto de
un edificio y nuestra misión es llevar al héroe hasta la cima. ¿El héroe
del videojuego? Un señor bigotudo llamado Mario.
Otros
clásicos llegaron después. En el año 1984, por ejemplo, los videojuegos
de arcade vivieron una verdadera revolución. El original Duck Hunts, y su interesante propuesta de cazar patitos, propuso toda un nuevo paradigma de jugabilidad. Ese mismo año también apareció Tetris, un juego del que ni siquiera hace falta explicación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario